Todos hemos visto los videos en donde le quitan una pajilla de la nariz a una tortuga o el video del oso polar en un diminuto pedazo de hielo por el derretimiento de los glaciares. Estos videos son realmente impactantes y muestran que el calentamiento global es una realidad que esta sucediendo hoy y si seguimos por el mismo camino simplemente será peor.
Aunque las grandes empresas juegan un gran rol en cuanto todo a este problema, nosotros como consumidores podemos ayudar a que el problema no se haga más grande. Muchos hemos pensado que nuestras pequeñas acciones pueden no hacer nada; pero afortunadamente cada vez somos más los que pensamos así y el conjunto de todas esas pequeñas acciones lograrán un cambio positivo. Además estamos fomentando el convertirnos en consumidores responsables al ser conscientes de lo que compramos, por qué lo compramos, a quien se lo compramos y como contaminamos con esa compra.
5 maneras de ser un consumidor responsable
Existen muchas maneras en que podemos empezar a ser más responsable, y como lo dije arribita, todo empieza con crear conciencia sobre nuestros hábitos y cambiarlos poco a poco para ver los resultados. Ser un consumidor responsable y consciente no es algo que podrías hacer de la noche a la mañana (lo se por qué estoy en ese proceso yo misma); pero estás 5 maneras te ayudarán a estar más cerca cada día.
- No utilices bolsas de plástico. Esta práctica es una de las más conocidas y difundidas: lleva tu bolsa de tela para hacer la compra. Esta práctica es genial y me encanta que cada vez son más personas que veo que no piden bolsa de plástico; pero ¿que pasa con las bolsas de plástico para la fruta y la verdura? Esos pequeños detalles son los que causan que aún haya una gran cantidad de desperdicio de plástico. Pero así como las bolsas grandes para la compra, ya existen bolsas reutilizables para la fruta y verdura, y que en algunos casos las ayudan a mantenerse fresca por más tiempo. Como otra alternativa puedes utilizar bolsas pequeñas de tela, tú misma bolsa de la compra o ya en el último (y peor de los casos) poner todo en una misma bolsa. Recuerda que cambiar los hábitos es un proceso y si se te olvidan tus bolsitas de tela, esta es una alternativa a utilizar menos plástico.
- Consume menos productos congelados. No voy a negar que tener alimentos en la nevera es bastante tentador, sobre todo en aquellos días en los que no nos apetece cocinar o tenemos demasiada prisa. El problema es que este tipo de alimentos vienen en bolsas de plástico que luego se convierten en más basura. La alternativa a este problema es tener organizadas tus comidas o preparar una cantidad mayor para guardarla en un tupper y meterlo en la nevera; de esta manera no solo estas eliminando el exceso de plástico, sino que estarás cocinando comidas más nutritivas con alimentos frescos. Si, no es fácil pensar por adelantado (sobre todo si son de antojos como yo), pero si sigues algún canal de comida en redes sociales, puedes tener un montón de ideas que son fáciles y rápidas de preparar (yo sigo a BuzzFeed Tasty y es lo mejor)
- Haz tus compras a granel. Confieso que este es el que más trabajo me ha costado; desde encontrar una tienda que tenga amplia variedad de producto, hasta recordar llevar mis botes para no tener que usar las bolsitas de papel que te dan. Pero es el cambio que más satisfacción me da. Afortunadamente ya existen varias tiendas que tienen este concepto y muchas de ellas tiene productos orgánicos, ecológicos e incluso sin gluten; haciendo que todo lo que compres sea a tu gusto y más sostenible. Para que las compras a granel sean más divertidas, puedes comprar botes de vidrio que vayan con la decoración de tu cocina o reutilizar los que tienes en casa. Además de las tiendas a granel de comida; también hay tiendas a granel para productos de limpieza que, además de eliminar el uso de plástico (puedes llevar tus botes para usarlos o donarlos) los productos son más ecológicos que los que encuentras en el supermercado.
- Piensa antes de comprar. Este consejo tiene dos vertientes: cuando compramos en el supermercado y cuando compramos para uso personal. Cuando estés haciendo la compra y veas un producto que necesites (puede ser comida, para limpieza o algún cosmético) para un segundo y hazte la pregunta ¿existe una alternativa a este producto que no tenga plástico?. Si la respuesta es si, no lo compres y compra la versión que no tenga plástico. Además de las tiendas a granel mencionadas arriba, existen muchas marcas y emprendedores que tienen productos de cosmética naturales y sin plásticos que son una alternativa a los productos comunes. En conclusión, opciones hay, solo hay que elegirla la opción más sostenible y eco-friendly.
Ahora bien, a todos nos gusta comprar cosas para nosotros, nuestros amigos, familia, nuestra casa y un interminable etc. ¿pero son cosas que realmente necesitamos? Y si sí son cosas que realmente necesitamos, ¿porque no mejor comprar hecho a mano y apoyar a un emprendedor, artista o artesano? Meternos al bucle de comprar por comprar, comprar barato y tirar es muy fácil y resulta muy tentador comprar ofertas de cosas que no necesitas por 2,99€. Pero, cuando compramos conscientemente, vamos a comprar cosas de mejor calidad (aunque paguemos un poco más por ellas); estaremos apoyando la economía local y obteniendo cosas mucho más originales y únicas que los productos hechos de manera masiva que todo el mundo puede tener. ¡En nuestra tienda online tienes algunas ideas de productos super chulos! - Compra en tiendas de segunda mano o marcas locales. Siendo 100% honesta, me encanta comprar. Me gusta esa sensación de estrenar una prenda que me hace verme y sentirme bien; pero tiene más de un año que no compro ropa nueva y las dos veces que lo he hecho han sido en tiendas de segunda mano. ¿Por qué? Porque son tiendas que tiene ropa en buenas condiciones y reutilizan prendas para customizarlas o simplemente darles una segunda vida. Existen también marcas como Dalua Reluce que reutiliza prendas denim y les da una segunda vida fusionándolas con telas de México, Guatemala y España; teniendo como resultado prendas súper originales que son una gran alternativa y un gran regalo.
Ser un consumidor responsable lleva su tiempo, habrá días en los que será más sencillo y otros en los que te pasará por alto. En lo personal, he encontrado que una manera de hacerlo más fácil es planificar mis compras para evitar hacer compras express que contengan plástico; dejo mis botes de vidrio junto con las bolsas de tela para no olvidarlos y uso productos de higiene sin plástico como el shampoo de Lush o la copa menstrual.
Se que me falta mucho camino por recorrer, pero ver a personas que lo hacen y tiene una vida zero waste me inspira a continuar hasta lograrlo yo también. Hay muchas otras maneras de ser un consumidor responsable, estás son con las que yo he empezado. Me encantaría saber que otras maneras has encontrado de ser un consumidor responsable y llevar una estilo de vida sostenible.
Photo by Laura Mitulla on Unsplash
Mariana Báez – Camargo
Un día desperté queriendo algo diferente y empecé un negocio, luego un blog y hoy una tienda online. Trato de vivir una vida cada vez más sustentable y en la que pueda ayudar a los demás.
El día que me quede sin ideas, se que ya todo se habrá ido a la mierda.