Nos ciegan los bajos precios. Los cambios de tendencias y las novedades inventadas nos deslumbran y nos hacen perder la perspectiva. ¿Tenemos unos patrones de consumo equilibrados? Difícilmente. A menudo nuestras compras son compulsivas y no tienen en cuenta los valores que deberíamos asociar a una producción ética y sostenible: salarios dignos, condiciones laborales, su impacto medioambiental, …
Contribuir a un desarrollo sostenible global se puede hacer desde diferentes perspectivas y el comercio justo es una de ellas. La puesta en práctica de principios de producción y comercialización basados en la cooperación, el establecimiento de relaciones comerciales solidarias y la sostenibilidad ambiental, es uno de los modos más efectivos de crear un nuevo modelo de desarrollo mundial más sostenible y equitativo.
Comercio justo y ODS: una alianza necesaria.
Aunque podamos pensar lo contrario, el crecimiento no debe ser exclusivamente económico, es necesario que abarque aspectos humanos, personales, sociales y ecológicos. Este planteamiento es compartido tanto por los principios del comercio justo como por los Objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados por la ONU en septiembre de 2015. Los 17 ODS y las 169 metas establecen una guía de lo que debería ser el desarrollo global hasta el año 2030. La Agenda 2030 pretende marcar un compromiso de todos los países y agentes involucrados en la consecución de estos objetivos.
Para lograr cumplir con estas medidas y disminuir las escandalosas cifras de pobreza y desigualdad entre sociedades, los ODS proponen trabajar con diversas líneas estratégicas. El comercio justo, nacido en los años 60, es hoy una alternativa comercial que está presente en más de 70 países. La aplicación de sus principios contribuyen al avance de esta nueva Agenda de desarrollo marcada por Naciones Unidas, y comparte con ella no solo su finalidad sino también su perspectiva integral.
¿Por qué el comercio justo es tan importante para lograr los ODS?
El comercio justo responde a muchos de los desafíos que se plantean globalmente los ODS. Con anterioridad a la aprobación de estos, las asociaciones de comercio justo ya trabajaban en líneas similares a las que posteriormente estableció la Agenda 2030: enfoque multi-dimensional, alianzas estratégicas, sensibilización medioambiental o condiciones laborales dignas fueron algunas de ellas. Los ODS las renombraron pero los principios siguen siendo los mismo.
Aportaciones del comercio justo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible:
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ODS 1: Erradicar la pobreza en todas sus formas en todo el mundo.
Para lograr este Objetivo el crecimiento económico debe ser inclusivo, con empleos sostenibles que promuevan la igualdad. El trabajo de pequeños productores y trabajadores agrícolas y artesanos, representan un frágil eslabón de la cadena de producción. El fomento del comercio justo reforzará estas comunidades empobrecidas colaborando en el alcance de la igualdad social.
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ODS 2: Poner fin al hambre, conseguir la seguridad alimentaria y una mejor nutrición, y promover la agricultura sostenible.
Se calcula que cerca de 500 millones de pequeñas granjas, la mayoría aún con producción de secano, proporcionan el 80% de los alimentos que se consumen en gran parte de los países en vías de desarrollo. Invertir en pequeños agricultores es una forma importante de aumentar la seguridad alimentaria y la nutrición para los más pobres.
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ODS 5: Alcanzar la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas.
7 de cada 10 pobres son mujeres. Lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres forma parte integral de cada uno de los 17 ODS. Garantizar el respeto de los derechos de las mujeres y niñas es la única vía para obtener justicia, lograr la inclusión y conseguir economías que beneficien a todas las personas.
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ODS 8: Fomentar el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo, y el trabajo decente para todos.
Conseguir el desarrollo económico sostenible únicamente será posible con la implementación de políticas económicas orientadas al emprendimiento, la creatividad y la innovación. El fomento de las pequeñas y medianas empresas así como las microempresas permitirán la creación de puestos de trabajo de calidad sin perjuicio para el medio ambiente.
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ODS 12: Asegurar patrones de consumo y de producción sostenibles.
El comercio justo trabaja con parámetros que evitan el deterioro del entorno natural. Uno de los objetivos de este apartado consiste en “lograr la gestión sostenible y el uso eficiente de los recursos naturales”, prácticas que garantizan los pequeños productores y artesanos locales. Además permite a los países en desarrollo el fortalecimiento de sus capacidades para alcanzar modalidades de consumo y producción más sostenibles.
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ODS 13: Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.
Los pequeños productores agrícolas son los primeros afectados por los drásticos cambios climáticos. La desertificación, la deforestación y la degradación de los ecosistemas producen un impacto negativo en la economía, la vida de las personas y las comunidades locales que ven amenazados sus medios de vida.
El compromiso de cumplimiento de los ODS no es una obligación, sino una oportunidad para crear riqueza y generar una rentabilidad que va más allá de lo económico. Al final, somos los consumidores los que debemos involucrarnos en esta alianza mundial. Nuestra decisión de compra debería estar ligada a la adquisición de productos y servicios con valores.
Otros caminos son posibles y está en nuestras manos la consecución de estos objetivos.
Rosario lleva la comunicación en las venas. Con más de 10 años de experiencia y formación en comunicación, Rosario ha trabajado con diversas ONGs y fundaciones sin ánimos de lucro desarrollando sus estrategias comunicativas.
Actualmente, además de trabajar con la Casa Ronald McDonald de Valencia, Rosario genera contenidos de valor para la comunicación online; con contenidos digitales que generan confianza, autoridad e identidad de marca a través de su proyecto RF Comunicación.